Nosotros



Un Movimiento. El movimiento es un efecto. La gran causa de este movimiento es la acción del Espíritu Santo con sus dones y frutos operados a través de hombres y mujeres, con una clara y amplia visión de la necesidad de las almas perdidas, con un reconocido espíritu de fe y de sacrificio, y un testimonio limpio; que invitando al Gran Misionero, nuestro Señor Jesucristo, sitúan en segundo plano todo interés material, personal, religioso, denominacional, para concederle el primer lugar y la prioridad al supremo interés del cumplimiento de la gran comisión y de la evangelización del mundo.
Es Misionero. Su objetivo es la promoción y la extensión de la obra misionera, la evangelización y la salvación de las almas.
Es Mundial. Su visión y acción es en todo el mundo, hasta lo último de la tierra.
En su base, el Movimiento Misionero Mundial reconoce y adopta para todas sus actividades, los principios bíblicos de amor fraternal, unidad espiritual, compañerismo, respeto mutuo, cooperación, comunión, confraternidad e igualdad con todo el Pueblo de Dios.
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Millones han escuchado el Evangelio del Reino.
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Decenas de miles de personas han sido sanadas, salvadas y llenas del poder de Dios.
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Millones de tratados y literatura cristiana distribuidas.
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Miles de templos levantados.
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Cientos de estudiantes graduados de los Institutos Bíblicos.
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Millones de dólares recibidos y enviados en este trabajo misionero en pro de la salvación de las almas.
Un trabajo positivo de madurez cristiana, solidez bíblica, estabilidad espiritual, sana doctrina, testimonio limpio y conceptos definidos de los valores eternos.
El Movimiento Misionero Mundial trabaja para la eternidad, y sólo en la eternidad se podrá conocer todo acerca del fruto.
¡Alabado sea Dios!